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Mi nombre es Belén,


Puede decirse que soy 'La paciente 0" de Centro Coras.
Con 12 años me diagnosticaron una escoliosis muy severa.
Cuando mis padres vieron por primera vez mi radiografía se quedaron atónitos, sin saber qué hacer ni a quién acudir.
En aquella época no había en Madrid una clínica especializada en el tratamiento de la escoliosis, el tratamiento era corsé o cirugía, y esta última aún no la barajábamos como opción.
Preguntando e investigando, mis tíos, médicos los dos, dieron con un Centro en Barcelona especializado en deformaciones de columna, y allí fuimos.
Fue entonces cuando conocimos a Alicia, la única que arrojó algo de luz y esperanza en esta situación. Ella siempre fue sincera y realista. Dada mi curva, el tratamiento y el corsé seguramente no fueran la solución definitiva en mi caso, pero si nos ayudarían a ganar tiempo y a fortalecer mi espalda.
Me quedé un año en Barcelona haciendo rehabilitación a diario, pero, pasado este tiempo y viendo que el tratamiento iba para largo, decidimos que era hora de volver a casa, eso sí "No sin Alicia"!
Alicia aceptó venir a Madrid e iniciar la aventura de Centro Coras, era el año 2001. Al principio empezamos solas, pero poco a poco fueron llegando más pacientes con problemas de columna, y la familia fue creciendo, hasta hoy! Alicia siempre decía que cuando yo me casara volvería a Barcelona :) Pero el caso es que yo me casé, acabo de tener una niña preciosa y Alicia es muy feliz en Madrid, así que lo de volver a Barcelona pasó a la historia.
En cuanto a mi escoliosis, hice fisioterapia intensiva durante tres años junto con el corsé. Conseguimos que mi espalda estuviera fuerte y pudiese contener esas dichosas curvas de mi columna, pero no obstante, mi escoliosis era muy agresiva y a los 15 años decidí operarme.
Haber ejercitado mi espalda y movilizado mi columna los últimos años, hizo que mi operación y pos-operatorio fueran mucho más fáciles, mi espalda estaba fuerte y me recuperé muy bien, como siempre, con Alicia...
Aún después de operada, nunca he dejado de cuidar mi espalda ni de pensar en ella. Esto es de por vida! Pero al menos tuve la suerte de encontrar a la mejor entrenadora y amiga en esta batalla :)